miércoles, 18 de enero de 2012

Importancia de la Historia Clínica Ocupacional para el trabajador

Por : Hernán Gaviria Quintero MD
e-mail: hgaviriaq@gmail.com

Los trabajadores, acompañados por el COISO , han empezado a entender la importancia de la Historia Clínica Ocupacional , como instrumento de “seguimiento estandarizado de las condiciones de salud de los trabajadores en los lugares de trabajo [porque] permite que sus resultados sean aplicados [ en el] proceso de calificación de origen y pérdida de la capacidad laboral” . Lo que no ocurre con los empleadores, quienes han desconocido su obligatoriedad como parte del programa de salud ocupacional . También las instancias encargadas de la calificación y reconocimiento del origen de las enfermedades relacionadas con el trabajo la han ignorado. Lo hacen deliberadamente, empleadores y dictaminadores, por hacer el quite a las exigencias técnicas y probatorias.
El empleador, al ordenar dicha evaluación médica, debe suministrar los indicadores epidemiológicos relacionados con el factor de riesgo al que ha estado o estará expuesto el trabajador, así como los estudios específicos de Higiene Industrial relacionados con dichos factores , que es sabido que pocos lo cumplen. De esta manera el médico evaluador deberá, en primer lugar, describir las tareas o funciones, ubicarlas en tiempo y espacio, correlacionarlas con accidentes o posibles enfermedades profesionales y las distintas intervenciones en salud, para luego confrontarlas con los listados de factores de riesgo, los niveles de exposición y las medidas de control implementadas . Así, con la experticia de un médico especialista en medicina del trabajo o salud ocupacional, debidamente reconocido por las autoridades de vigilancia y control en esta materia , se podrá diagnosticar, si se trata de una enfermedad común o profesional. Enterado o advertido el empleador, éste deberá reportarla como tal para iniciar el trámite para la determinación del origen.
Ahora, ¿ cuando se deben realizar estas evaluaciones?. Como es lógico al pre-ingreso, cuando lo aconseje el programa de salud, por cambios de ocupación o después de una incapacidad o reintegro, con el propósito de identificar las condiciones de salud que puedan verse agravadas o que puedan interferir en la labor o afectar a terceros. Es usual, que después de largos o repetidos períodos de incapacidad por trastornos de salud, se hace necesario descartar que éstos no sean relacionados con condiciones de trabajo o que se agraven en éste, con el propósito de adoptar las medidas pertinentes. Pareciera que para nada llamara la atención al empleador el ausentismo repetido o prolongado por causas de enfermedad. Poco o ninguna, son las evaluaciones por cambio de ocupación que implican nuevas condiciones ambientales, funciones, tareas o exposiciones a nuevos o mayores factores de riesgo. De ahí el porque son cuestionados, los llamados estudios de puesto de trabajo adelantados por los tecnólogos de las ARP en relación con la última actividad, puesto que desconocen las condiciones de las tareas y puestos por los que ha transitado el trabajador en los muchos años anteriores porque resultan ser inferencias amañadas que solo perjudican el interés del trabajador.
Tampoco puede el trabajador aceptar como soportes en sus reclamaciones relacionadas con el origen y pérdida de la capacidad laboral, esas anotaciones dispersas, incoherentes y alejadas de la causalidad de los médicos tratantes de las instituciones prestadoras – IPS - ajenas al Sistema de Riesgos Profesionales y sin experiencia en medicina del trabajo, con las que pretenden reemplazar los seguimientos estandarizados de las condiciones de salud y del monitoreo a la exposición de factores de riesgo, la detección de posibles alteraciones temporales, permanentes o agravadas en el trabajo, tal como deben ser relacionadas en la Historia Clínica Ocupacional.
La evaluación médica contenida en la Historia Clínica Ocupacional, pasa de esta manera a ser un importante medio probatorio, donde quedan consignados los antecedentes ocupacionales, tareas o funciones, la exposición en años y meses por cada cargo u oficio, el listado de factores de riesgo por cada uno de ellos y las medidas de control que se hayan implementado. El diagnóstico resultante incluye la presunción del origen, su fundamentación y un importante referente para el trabajador en su reclamación. La ausencia de ésta, ha llevado a que el trabajador tenga que soportar la carga de la prueba y a buscar desesperadamente la documentación relacionada con distintos componentes del programa de salud ocupacional, que por lo general el empleador ha omitido.